
¡Cuán precioso, oh Dios, es tu gran amor! Todo ser humano halla refugio a la sombra de tus alas”. (Salmo 36:7)
La mayor crisis que enfrenta el ser humano hoy es la falta de AMOR. La imposibilidad de dar y recibir el verdadero amor pone en conflicto a los matrimonios constantemente.
Solo quien ha experimentado la completa llenura del Amor de Dios, esta en condiciones de amar y edificar una vida en pareja que logre vivir cada dia en armonía, gozo y paz.
El amor es un mandato divino y una decisión que cada persona debe tomar con la ayuda del Espíritu de Dios, y una acción que debe realizarse diariamente hasta en los más pequeños detalles como:
- Ámense unos a otros con un afecto genuino (Ro 12:10)
- Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas (Gál. 6:2)
- Así que aliéntense y edifíquense unos a otros, tal como ya lo hacen (1Tes.5:11)
El amor no es sólo una cuestión de sentimientos, sino una tarea práctica de bendición, oración, madurez y perdón. Así lograremos una vida abundante y aportaremos bienestar a nuestra pareja, hijos y familiares.
Dios siempre en su Palabra insta a menguar para permitirle vivir a través de nuestra vida, teniendo claro que el propósito de los hijos de Dios es glorificarle, en todas las áreas en las que se desenvuelven, en especial en nuestro matrimonio.