Si alguien nos pregunta si nos gusta pasar por dificultades, creo que la respuesta inicial sería un rotundo NO; y es que todo obstáculo o dificultad conlleva a un tiempo de cambio, de sacarnos de nuestra zona de confort; y como Profesionales, muchas veces estamos tan concentrado en lo que estamos haciendo, que todo lo que nos desenfoque, no nos gustará.
Por lo mismo, cuando hay una circunstancia difícil que debemos atravesar, está se puede convertir en una oportunidad para crecer, madurar, oxigenarse, volvernos más creativos y ver la gloria de Dios en todo momento.
Pero porque para unos los obstaculos son fracasos asegurados, mientras que para otros son oportunidades de crecimiento y madures?
- Porque vivimos sujetos a nuestros esquemas mentales y experiencias
- Porque dejamos de vivir por fe (Hebreos 11:6)
- Porque cuando nos dejamos llevar por nuestra lógica y no sometemos nuestra mente a Dios caemos
- Por miedo al fracaso
Aplicación Teoterápica
Cuando uno estudia a través de la Palabra de Dios la vida de Josué y su liderazgo en el cumplimento de su propósito, puede ver cuántos obstaculos tuvo que atravesar. Y cada vez que lo hizo en su experiencia, según su parecer, realmente le complicaron el avance. Sin embargo cada vez que buscó a Dios para enfrentar esa dificultad, “TODO LES AYUDO A BIEN”.
Una mente renovada (Romanos 12:2) nos permitirá que podamos crecer y avanzar usando los obstaculos como trampolines. Esa mente renovada de todo esquema nos permitirá que confiemos más en Dios, busquemos su dirección y le obedezcamos.
Que vas a decidir frente a esa nueva situación; será tu obstáculo o tu gran trampolín?