“No te dejes llevar por el enojo que solo abriga el corazón del necio”. Eclesiastés 7:9
¿Rápidamente lo peor de tu temperamento sale a flote?, ¿no puedes controlar tus estados emocionales durante la comunicación con tu pareja?
Gritos, malos gestos, acusaciones, frialdad indiferencia, descalificaciones, palabras ofensivas, violencia.
Estas actitudes nos están mostrando un corazón, lleno de sentimientos negativos y una mente controlada por el yo y su orgullo. En síntesis, diríamos una vida controlada por el viejo hombre, que no ha dejado que el Espíritu Santo lo renueve. Lamentablemente muchas parejas no le permiten al Señor que sane sus heridas del pasado y puedan cambiar sus conflictos y malas actitudes.
La comunión íntima y diaria con el Señor nos trae, paz con Dios y por lo tanto nuestro espíritu comunica salud total al alma, esto nos lleva a vivir en armonía con nuestro esposo y con todo el entorno donde nos desenvolvemos.
Una personalidad equilibrada y armoniosa es el fruto de un hermoso tratamiento de amor por parte de Dios para cada uno de sus hijos, es ver el poder de Dios destruyendo la explosión.
“En la intimidad de tu hogar, tu mujer será como una vid cargada de uvas; tus hijos, alrededor de tu mesa, serán como retoños de olivo. Así bendecirá el Señor al hombre que lo honra”. (Salmo 128:3-4)