OREMOS
Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela...

VISIÓN: PAÍS

Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad. Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.

Juan 17:18-21

ACCIÓN: CONSOLIDEMOS

“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Mateo 28:18-20

MARZO 2024

MI PAÍS UN GRAN DESAFÍO

Este año 2.024, Año del Espíritu Santo la Oración y la evangelización, nuestra Iglesia Centiciti Global tiene un gran desafío por delante, LA GRAN EVANGELIZACIÓN DE LOS TIEMPOS… La palabra de Dios nos llama la atención en muchos de sus pasajes, versículos, pero hoy queremos enfocarnos en este en particular: Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo. Efesios 5:14. Estamos viviendo una década preciosa, conociendo al Espíritu Santo, su poder, el poder que puede manifestarse a través de nuestras vidas, de las vidas de los verdaderos hijos de Dios. Pero al parecer la iglesia del Señor está dormida, el Señor nos dice que nos despertemos, pues ese sueño en el cual estamos muchos, no nos está permitiendo avanzar con la GRAN COMISIÓN dada por el mismo Señor Jesús.

La Gran Comisión nos habla de ir por las naciones para predicar el evangelio a todas las personas sin excepción, tal vez usted podría pensar en este momento: ¡ir por todas las naciones, es complejo! y posiblemente tiene razón, sin embargo Dios nos ha dado a cada uno, una ciudadanía en la tierra, tenemos el privilegio de habitar en un país, ¿Cuál es el suyo? En su país comienza su misión, su desafío personal, aportar un grano de arena a tan hermosa labor. Las naciones enteras están esperando que nos despertemos del sueño, que empecemos a trabajar por las almas que están afuera en el mundo y todavía no disfrutan de este precioso privilegio, de conocer del gran amor de Dios y su presencia. En esta edición le invitamos a unirse a la más importante de las misiones que podemos cumplir para la historia una misión entregada desde el mismo corazón de Dios para sus hijos. La promesa es para todos, nos alumbrará Cristo.